|
El
consuelo de la religión: Decidí
redimirme a través de la religión y probé la musulmana por lo
de la poligamia, pero la prohibición de beber alcohol me decidió
a dejarla |
|
|
Los
años de reflexión: Pasé
a cumplir uno de los sueños de mi infancia, ser cartujo, pero
pronto estuve mal visto en el convento por mi tendencia a sorberme
los mocos, a regoldar y a escaparme al bar. |
|
|
Fray
Vitoriano y fray Mariano: Mis propósitos de redención
fracasaron gracias a hermanos como Fray Vitoriano; la foto recoge
el momento en que nos
sorprendieron fumando porros con la marihuana que habíamos plantado en el
huerto del convento. |
|
|
Obras
de caridad: Ya en la vida civil y con mi siempre loable
propósito de ayudar al prójimo, decidí hacer el bien cambiando un
billete de mil en pesetas sueltas para repartir mil limosnas en el más riguroso
incógnito. Lleno de felicidad, un pobre cojo recoge mi modesto óbolo a las puertas de la
Catedral. |
|
Vocación: Normalizada mi
vida volví al hobby de la fotografía: podéis verme retratando a Pepe dormido porque,
cuando está
despierto, se pone como una fiera si alguien la hace un afoto. |
|
|
|
Cirugía estética: ¡Que idea tan genial! Me hice rico cediendo moldes de mi cara y pelo
tipo Camilo Sesto
a los mejores cirujanos plásticos. Aquí con Toni, un estupendo
pintamonas, tras ser operado. |
|